No ha sido posible la publicación de esta esperada entrada antes, debido a dificultades técnicas, pero ahora ya está todo solucionado y os vamos a relatar con detalle cómo fue el Glorioso Domingo de Ramos.
Amaneció un día totalmente soleado, con una torre de la Victoria que brillaba más que nunca, con dos grandes telones que colgaban de sus campanas. Al igual que amanecieron los balcones de nuestras casas, con geranios florecientes y colgaduras de damasco rojo para recibir con toda la alegría posible a nuestros reyes, al Columna de Santa María y a la más Guapa de las niñas de este Barrio, a Nuestra Madre, María Stma.del Mayor Dolor.
Fueron numerosas las personas que acudieron desde horas antes a las puertas de la Iglesia de la Victoria,sobre todo las mujeres del barrio, y como ellas dicen: "Es para coger sitio, que aquí hay que estar la primera", allí se cuentan experiencias y esperan con un nudo en el estómago la salida de Ellos, ya que una le comenta a la otra " Mi hija va ahí debajo cargando".
Se acercan las seis de la tarde y la plaza es un hervidero de personas. Se abren las puertas de la Gloria y el Sol empieza a iluminar la Cruz de Guía escoltada con los dos faroles.
Comienzan a salir los nazarenos y tras ellos el cuerpo de acólitos.
En el interior de la Iglesia se suceden las levantás al cielo de Ntro.Padre Jesús de la Columna, conocido en el barrio de Santa María como el "Columna", y los aplausos tanto en el interior como en el exterior de la Iglesia anuncian la llegada de la salida.
Es un nudo en el estómago cuando vemos salir por la puerta las maniguetas del paso y la conocida "Lui", la Poty y las Berrocales, gente de nuestro barrio le gritan año tras año a ese precioso Columna con la cara iluminada "Qué bonito hijo, que arte tienen esas costaleras" y un sin fin de Oles hacen que una vez más el Domingo de Ramos en Medina y en el Barrio de Santa María haya comenzado.
Tras la primera marcha y la bajada de la rampa... sin palabras, siguen saliendo los nazarenos de blanca pureza.
De nuevo sale el segundo cuerpo de acólitos: cuatro ciriales, y una pompa de incienso inunda la cara de la más Guapa, la más Reina y la más bonita de todas, María Santísima del Mayor Dolor. Los costaleros rinden cuerpo y la Señora sale de manera increíble, luciéndose una vez más. En esos momentos los gritos de "Guapa", "Ole" y "qué bonita es" forman parte de la marcha real que apenas se escucha el comienzo.
Una levantá al cielo hacen que de los ojos de sus devotos se derramen dos lágrimas y un te quiero a la más guapa de entre todas las madres.
Mayor Dolor es recibida entre sus devotos con pétalos, pétalos de amor de un barrio que la acompañarán hasta el final de la jornada.
La tarde continúa y es que para describir esto hay que vivirlo y sentirlo. Los momentos más emotivos los podemos encontrar en la calle Siñigo y la espectacular llegada de nuestros titulares a las cuatro esquinas y la consecuente calle Ancha, la calle del arte.
Nosotros, la gente de Santa María inundamos las calles y le gritamos y aplaudimos en cada levantá, en cada chicotá.
Las horas iban pasando y no quieríamos que la magia de este día tan especial se acabase, pero todo tiene un comienzo y un final.
Eran las 12 de la noche y el Columna llegaba a la plaza de la Cruz. A las 12 y media lo hacía su Madre, ¡qué momentos más emotivos!. Los gritos de Guapa,¡qué bonito! y ¡qué arte! eran incesantes.
El delirio era total y no queríamos que se recogiesen y volver a esperar un año más para volverlos a ver por nuestras calles, pero así fue, al son de la marcha real,se recogió Ntro.Padre Jesús de la Columna y la Señora tras la marcha real, la fiesta no acabó, siguió dentro de la Iglesia, donde los gritos de "Viva Mayor Dolor" y "Guapa" alrededor y entre el calor de la gente de su barrio hizo que una vez más el Domingo de Ramos se convirtiera en el día por excelencia de la Semana Santa de Medina y de todos las personas que vivimos en el Barrio Alto, en nuestro Barrio de Santa María.
